ción de la UCO sigue creciendo, y al subcampeonato europeo y a las tres coronas nacionales, se le suman ya cinco oros andaluces.

La final programada para las 10 de la mañana enfrentó a los contendientes habituales. UCO-UMA un clásico del basket femenino andaluz que se ha repetido en las últimas cinco ediciones del torneo. Salvo la primera en Málaga que fue para las anfitrionas, las otras cuatro -Málaga,Sevilla, Cádiz y Huelva-, de forma consecutiva, han ido a parar a las manos de las subcampeonas de Europa.

Tras superar con relativa comodidad a sus tres rivales de la previa, la UMA, formada por sus jugadoras de siempre, este año la mayoría enrroladas en el equipo de El Palo, de primera nacional, parecía un rival de mayor entidad para las amarillas.

Tras un inicio arrollador de las chicas de José María Alcántara, con la intención de romper pronto el partido (15-3), las malagueñas respondieron ante la excesiva relajación de la UCO (18-17). El toque de atención del técnico amarillo con un tiempo muerto volvió a cargar las pilas de la máquina cordobesa. De ahí al descanso las malagueñas prácticamente no anotaron, y la diferencia ya rondaba los veinte puntos.

El recital del tercer cuarto de las amarillas, muy bueno, preparando ya el crucial choque del sábado en Liga Femenina 2, cerró practicamente la final, pues el último cuarto sólo sirvió para ver crecer aún más la diferencia.

La superiorididad de las cordobesas se ha hecho patente durante todo el campeonato. El gran trabajo de la UCO durante los últimos años y especialmente el de las jugadoras durante toda la dura temporada de LF2 empieza a dar sus frutos en la competición universitaria, prioritaria siempre en la UCO. Ahora resta disputar la final nacional, que organizará finalmente la Universidad de Córdoba a primeros de mayo, y en la que está clasificada como anfitriona y campeona andaluza.